En la urna de las flores impacientes se encuentran las emociones en ritmo definido. Vicente Huidobro a veces quisiéramos llegar al corazón de alguien y quedarnos allí acurrucados mirando como las estrellas y los recuerdos se marchitan y el pequeño tiempo que se nos da ya no importa sólo el sonido de la noche y un corazón que late acurrucado E.
vienen los pájaros a encender el árbol a arropar al árbol a tallar el árbol vienen y se seducen unos a otros con sus grititos semidormidos entre las ramas sin tiempo del árbol entre las hojas de luz del árbol vienen los pájaros de todos los rincones del fondo de la luz a escribir este árbol sobre la hoja roja de la mañana y el árbol vestido de cosquillas sinuosas estornuda poesía vienen los pájaros a encontrar el árbol a cantar el árbol a escuchar el árbol mi corazón es un árbol amanece E.
Congela tu espíritu en un autobús Nina Živančević estás ahí y gritas asomado a la ventanilla de la vida crees que es la vida porque gira entre tus manos como una sombra el autobús da vueltas la alegría da vueltas ¿te quedarás en la próxima parada? la ciudad de infinitas calles decide un giro más pero tú añoras el regreso a casa al otro lado de la ventanilla alguien grita el viaje eres tú mismo ¿a dónde podrías volver? E.
Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave. César Vallejo De niño me dijeron que un día mi padre y mi madre chocaron al final del pasillo. Vivíamos en una casa con un largo pasillo y poca luz. Uno de ellos llevaba agua caliente para el baño, el otro me llevaba a mi en brazos. De manera que me quemé un poco ese día. Yo no recuerdo nada de aquello, esto es más bien un recuerdo implantado, ni siquiera mi piel lo recuerda, pero sé que hay algo quemado en mi interior. No sé bien la gravedad del asunto. Mi madre y mi padre discutían mucho y también se quemaban el uno al otro, a veces literalmente. Dicen que los padres son como Dios. Bueno, eso dicen… ¡La memoria es del carajo! E.
Foto: Chema Madoz el traje que vestí mañana no lo vestiría otro día de ayer porque mañana se me hizo tarde para la lluvia y hoy ni llovió ni escampó hasta dentro de tres días el traje que vestí mañana camina por las calles del ayer de mi futuro que no es el ayer de mi presente ni el hoy de mi pasado tengo un chubasquero naranja que no será el traje que vestí mañana pero se le parecía E.
caminábamos por aquí y por allá removiendo las hojas secas con un palo las castañas con su cápsula espinosa florecían de vez en cuando entre las hojas el sol cruzaba las ramas desnudas y daba en los troncos llenos de musgo y encendía las hojas caídas y alejaba el frío de nuestros cuerpos era bueno estar allí en medio de tanta belleza uno no era diferente de todo lo que le rodeaba éramos casi como una hoja más E.
en el hogaño roce de tu labio la piel abierta al viento se me eriza e imagino que otrora caerá tu risa sobre mi risa en un momento sabio tu piel secreta en el postrero velo de la noche que amplía la mirada se duerme en esa dulce campanada que antaño abría los límites del cielo E.
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