Cazando poemas para ti

  Cuando tienes éxito y crees que has alcanzado la cima puedes facilmente caerte. Cuando fracasas puedes llegar a creer que es el fin y hundirte del todo en tu dolor. Ambas posiciones son inestables e ilusorias, mejor estar con los dos pies en la tierra. En el camino se aprende que todo es transitorio, uno simplemente camina y observa... A veces en el camino no hay nadie: sólo un paso detrás de otro, ¿quién es el que tiene éxito y quién fracasa? E.

  Fluir con la vida  es comprender que las cosas vienen y van. Si no comprendes esto querrás aferrarte a todo y serás continuamente golpeado. La naturaleza de las cosas es la impermanencia y esa es también tu propia naturaleza. Presta atención al fluir de las cosas, pero confía en tu visión interior, de esa manera tu corazón siempre estará abierto como el cielo. E.

  Cada cosa viva se expresa a sí misma en una forma, pero esa forma es la expresión del vacío interior del que manan infinitas posibilidades. Así a cada instante el vacío es la forma y la forma es el vacío... Mientras escribo estos versos cada letra ocupa su lugar  para formar una palabra sobre la hoja en blanco. Esto nos permite leer  las ideas que surgen del vacío interior. Pero la hoja en realidad sigue estando en blanco y las letras pueden tomar infinitas combinaciones sobre ella. Esta es la naturaleza del vacío: incesante transformación, infinitas posiblidades. Somos un no-ser. Puedes utilizarlo del modo que quieras. E.

  Cuando miramos a nuestros pensamientos, estos revolotean sin parar, de un tema a otro, de una preocupación a otra. Cuando miramos atentamente a nuestros pensamientos, lo cual quiere decir: con afecto, estos siguen revoloteando sin parar, pero ya no nos molesta, ya no queremos hacer nada con ello. Cuando seguimos mirando, con ese afecto infinito de la mirada atenta, el revoloteo de los pensamientos se va calmando hasta hacerse casi imperceptible. Es en ese momento que descubrimos que lo que mira al pensamiento es otro pensamiento y lo dejamos de lado también. Lo que queda allí es un instante vacío. De ese vacío florece el tiempo, y con él todas las cosas. E.

  Nos damos importancia porque no sabemos lo que somos. Creemos ser algo que aprendemos de afuera  y por eso necesitamos que la gente lo reconozca. Pero la verdadera naturaleza de las cosas brota de su interior y es una fuente inagotable. No necesita ser reconocida porque ya es. De esa fuente brotan también las acciones perdurables, esas que una vez hechas ya no te pertenecen. E.

  Siempre queremos ser alguna otra cosa. Es el resultado de mirar hacia afuera: algún otro es mejor, alguien tiene algo que no tengo... Pero somos lo que brota de nuestro interior, y como casi nunca miramos allí no sabemos lo que somos. Encontrarte a ti mismo es encontrar el camino. Es un camino profundo, pleno de infinitas posibilidades. Puedes caminarlo del modo que quieras. E.

  No saber es encontrar la simplicidad. El poema se escribe a sí mismo cuando no estás pendiente de las palabras o simplemente cuando no estás. Es como el camino que se hace a cada paso y a veces lo que está detrás pasa a estar delante. No tengas miedo de perderte en la niebla. Mantente en el centro. E.

  Si hay espacio dentro de ti puedes darle cabida a todo. También todo fluirá de ese espacio que nunca se agota porque siempre está vacío. Si estás lleno de preocupaciones y de objetivos te conviertes en eso que crees ser. Puedes usar a la Gran Madre del modo que quieras. E.

  En realidad sólo hablo de mí mismo, de lo que veo por el camino, de la belleza de un instante fugaz. Tal vez la poesía sólo es eso: una percepción repentina. Las palabras vienen después y lo adornan todo con su música. Y las palabras y el silencio son ambas parte de eso, que llamo Tao por ponerle un nombre. E.

  En el camino uno aprende que el camino proporciona todo lo que se necesita, incluso cuando parece que no hay camino. Plena de infinitas posibilidades el agua canta en tu interior o fluye a tus pies ¿hay alguna diferencia? Puedes usarla del modo que quieras. E.

  Lo que descubres por el camino es el camino. Lo que intentas llegar a ser es lo que eres. Dicho de otra manera: no hay camino ni hay transformación alguna. Sólo estás aquí mirando  la belleza de la flor que cae, porque la naturaleza de una flor es su caída y la tuya es mirar. Así las cosas el camino se hace todo el tiempo a sí mismo y tu no-hacer es caminarlo. E.

  Ver la belleza y ver la fealdad de las cosas. Ver la bondad y la maldad de la gente. Ver lo que es y lo que no es... Tenemos la capacidad de ver y la capacidad de hacer, pero no sabemos en realidad quién ve y quién hace. Estamos aquí por corto tiempo, pero si lo miras bien un día puede contener toda la vida de un hombre... Incluso un instante, en un instante ves lo bello y lo feo al mismo tiempo y todo eso es belleza. E.

  A veces tenemos esa sensación de estar sumergidos en el misterio. Miramos a nuestro alrededor y todas las cosas parecen misteriosas. Quiero decir: no sabemos exactamente lo que son. Sabemos tal vez cómo nombrarlas, pero no sabemos qué son. El misterio puede ser una pequeña nube rosada, o un rayo de luz que atraviesa el polvo de la habitación, o lo que sentimos al percibir estas cosas. Nosotros mismos somos un misterio con nuestra capacidad de percibir y de recordar, de hacer preguntas para las que no hay respuestas. A veces tenemos esa sensación y, como todas las cosas de la vida, pasa. E.