Cuanto más hablas de él, menos lo comprendes
En realidad sólo hablo de mí mismo,
de lo que veo por el camino,
de la belleza de un instante fugaz.
Tal vez la poesía sólo es eso:
una percepción repentina.
Las palabras vienen después
y lo adornan todo con su música.
Y las palabras
y el silencio
son ambas parte de eso,
que llamo Tao
por ponerle un nombre.
E.
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