Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave. César Vallejo De niño me dijeron que un día mi padre y mi madre chocaron al final del pasillo. Vivíamos en una casa con un largo pasillo y poca luz. Uno de ellos llevaba agua caliente para el baño, el otro me llevaba a mi en brazos. De manera que me quemé un poco ese día. Yo no recuerdo nada de aquello, esto es más bien un recuerdo implantado, ni siquiera mi piel lo recuerda, pero sé que hay algo quemado en mi interior. No sé bien la gravedad del asunto. Mi madre y mi padre discutían mucho y también se quemaban el uno al otro, a veces literalmente. Dicen que los padres son como Dios. Bueno, eso dicen… ¡La memoria es del carajo! E.
Comentarios
Publicar un comentario