Uno debe morir dos veces para vivir de nuevo
cuando te vas al mundo de los sueños
morir
y luego cuando te levantas por la mañana
morir
las cosas nuevas nacen de nuevo
la palabra apenas las roza con la mirada
los ríos de imparables aguas nacen de nuevo
los fresnos y los cuervos
los airados cantos del olmo
las amapolas nacen de nuevo
los edificios nacen de nuevo
los rostros y las voces de la gente
las plazas
los puentes
los mercados nacen de nuevo
a esa distancia de la vida
todo es incesante benevolencia
hace tremendo calor ahora mismo
y cada gota de sudor
es una alegría nueva
E.
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