Aplazaré mi entierro

 


luna de la tarde

en un rincón tengo las manos que me dejaste

las manos de cantar

las manos de besarte

las manos de mirar al cielo y soñar

con una luna radio parlante

que se resbala por el tejado de cristal de la tarde

hasta mis manos solas

solo hasta mis manos

que en un rincón del corazón

acarician otra luna de otra tarde

lejana y brillante 

como tú


E.


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