Cleptónimos

 


Ruidos de un sueño ausente


El despertador, en la mesilla de noche,

serpentea en el oído del horizonte.


Recorro otra vez tu espalda con mis labios color algodón.


Quiero dejar escrita cada frase que no te dije 

en esos mil pliegues de terciopelo de tu boca.


¿Las palabras son abismos o escaleras?


Sólo los signos trazados con caricias

pueden hacer crecer flores 

en el asfalto.


Sara Valverde

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